Es preciso estar siempre borracho
Por, Elementos
Todo consiste en eso: es la única cuestión. Para no sentir la horrible carga del tiempo, que aplasta tus hombros y te inclina hacia la tierra, es preciso que te embriagues sin tregua…
Pero ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud; de lo que te plazca. Pero ¡embriágate!
Y si alguna vez, en los escalones de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la soledad sombría de tu habitación, te despiertas, disminuido ya o disipada la embriaguez, pregunta al viento, a la ola, a las estrellas, al ave, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla; pregúntale la hora que es.Y el viento, la ola, las estrellas, el ave, el reloj, te responderán: ¡es hora de emborracharse! Para no ser esclavos martirizados del tiempo; embriágate, embriágate continuamente… de vino, de poesía, de virtud o de pasión, de lo que te plazca; pero embriágate.